El principal motivo es debido a que las estructuras que intervienen en las articulaciones se van deteriorando con el paso del tiempo. Es decir, envejecemos. ¿Qué ocurre en este proceso continuo y progresivo, que se acelera a partir de la edad adulta?
– Hay una disminución de la elasticidad y flexibilidad de cartílagos, tendones, ligamentos…
– El cartílago articular degenera (aparece la artrosis) y el hueso se vuelve “poroso”, con lo que presenta una menor resistencia y es más propenso a sufrir fracturas.
– Todo esto provoca la aparición de dolor e inflamación osteoarticular, que se cronifica en la mayoría de los casos y que conlleva, una gran pérdida de calidad de vida.
Si, además, practicas deporte habitualmente, las articulaciones tienen un factor de riesgo añadido para que la artrosis y el dolor articular aparezcan antes.
También pueden causar dolor e incapacidad funcional, ciertas actividades laborales que someten a alguna articulación a sobrecargas mantenidas en el tiempo.