Llega el verano, y con él las salidas a chiringuitos, terrazas o bares. Y aparece la pregunta del año, ¿qué engorda más, una cerveza o el vino?, ¿qué bebida es más saludable?, ¿cuál aporta más nutrientes?. Para responder a esas preguntas hay que tener en cuenta no sólo el tipo de bebida escogida, sino la cantidad que bebemos y la frecuencia con la que lo hacemos. No pasa nada por tomarse unas copas de vez en cuando, pero cuando esto lo transformamos en un hábito tenemos que tener cuidado ya que puede verse afectada nuestra salud. Lo primero es saber cuánto engorda el alcohol.
Las bebidas alcohólicas se obtienen bien por fermentación de los azúcares naturales presentes en los zumos de frutas o cereales, o bien por procesos de destilación de estas mismas bebidas fermentadas. Todas contienen alcohol y azúcares, y si tenemos en cuenta que 1 gramo de alcohol supone 7 Kcal, frente a las 4 Kcal por gramo de glúcido, se convierten en bebidas muy calóricas.
Pero, ¿cuál es la bebida más recomendable para paliar nuestra sed?. En este artículo os hablamos de las propiedades de las bebidas más consumidas en esta calurosa estación del año.
1. El vino, ¿mejor tinto, o blanco?:
Aunque el vino tinto ha sido elogiado por sus beneficios cardiosaludables, el consumo de vino blanco también presenta beneficios para la salud. El vino tinto se elabora a partir de uvas rojas y negras, trituradas con la cáscara y fermentadas durante un par de semanas. El vino blanco se prepara a partir de uvas blancas sin pepitas ni semillas, y se añade levadura para su posterior fermentación. Cuando el zumo de fruta se fermenta y el azúcar se transforma en alcohol, la bebida que se obtiene se llama vino. La elección de uno u otro es ya cuestión de preferencias, mientras que el blanco se caracteriza por un sabor y aroma frutal y crujiente, los vinos tintos suelen tener un sabor más rico debido a la presencia de taninos en la piel de la uva. Los taninos son polifenoles que aportan un sabor seco, áspero, rugoso y astringente, y se les atribuyen propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y astringentes. En cuanto a calorías los vinos blancos suelen tener un poco menos, aunque todo depende de la dulzura, el proceso de carbonatación y el contenido de alcohol:
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Vino blanco: 82 Kcal/100ml
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Vino tinto: 85 Kcal/100ml
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Vino Rosado: 71 Kcal/100ml
2. La cerveza:
Los tres ingredientes básicos que la componen son agua, cebada y lúpulo. A parte de su contenido en alcohol, lo que le aporta calorías, su consumo moderado puede presentar beneficios para la salud. Contiene sustancias nutritivas como vitaminas del grupo B (principalmente ácido fólico) y es rica en minerales, sobre todo calcio y magnesio. Gracias a la presencia del lúpulo, la cerveza se convierte en una fuente de fibra y antioxidantes, y por su aporte en silicio se recomienda en la prevención de la osteoporosis y menor riesgo de sufrir fracturas. Favorece la hidratación de los deportistas después de la realización de actividad física y aunque desde hace años se le atribuye la producción de un aumento de grasa abdominal (la denominada “barriga cervecera”) diversos estudios demuestran que no existe evidencia científica que lo corrobore, siendo el aumento del sedentarismo y una alimentación desequilibrada la mayor responsable de la obesidad.
Aún así, el consumo de grandes cantidades de alcohol siempre tiene efectos nocivos para la salud, por lo que los beneficios que se le atribuyen a la cerveza siempre van asociados a un consumo moderado o a la ingesta de las variedades sin alcohol. En cuanto a las calorías que aportan según la clase y la graduación alcohólica son:
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1 vaso o caña de cerveza rubia (5º): 90 Kcal
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1 vaso o caña de cerveza negra (8º): 112 kcal
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1 vaso de cerveza sin alcohol (0,9º-0,4º): 40 kcal
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1 vaso de cerveza 0,0º : 24 kcal
«Los riesgos de beber en exceso cualquier bebida alcohólica pueden superar fácilmente esos beneficios. La moderación se define como un máximo de dos bebidas por día para los hombres y hasta un trago para las mujeres, de acuerdo con la Escuela de Salud Pública de Harvard. «
3.Champán:
Al igual que ocurre con el vino, por proceder de la uva el champán presenta numerosos beneficios para nuestra salud, siempre que su consumo sea con moderación. Entre esos beneficios caben destacar sus propiedades cardiosaludables, debido a la presencia de polifenoles, potentes antioxidantes que reducen la presión arterial y hacen que nuestros vasos sanguíneos se ensanchen. Por otra parte un estudio de la Universidad de Reading (Reino Unido) ha concluido que consumir 3 copas de champán a la semana mejora la memoria y reduce el riesgo de padecer Alzheimer. Las calorías que aporta una copa de champán (150mL) son de 70 kcal, algo inferior al vino.
4. Zumos y licuados de frutas naturales:
Las frutas están compuestas principalmente por hidratos de carbono, agua y fibra. No obstante, dependiendo del tipo de fruta y el grado de madurez con la que se elabore el licuado, los niveles de glucosa y fructosa (los azúcares naturales presentes en las frutas) serán distintos. Por ejemplo frutas como el plátano que contiene más azúcar nos aportará un sabor más dulce, mientras que las frambuesas, con un contenido de azúcar menor, les dará a nuestros licuados un sabor más ácido. Aún así, se considera en general que la fruta es baja en calorías , además de tener un gran valor nutricional gracias a la presencia de vitaminas, minerales y antioxidantes. Por tanto, siempre que sean naturales, los licuados de frutas caseros son la manera más saludable de mantenernos hidratados en verano, tanto para adultos como niños puesto que no contienen alcohol. Algunos ejemplos de zumos y sus calorías son:
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100 ml de limonada: 50kcal
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100ml de zumo de ciruela: 70kcal
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100ml de zumo de limón: 20 kcal
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100 ml de zumo de naranja:46 kcal
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100ml de zumo de tomate: 17 kcal
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100 ml de zumo de manzana: 46 kcal
BIBLIOGRAFÍA:
http://www.tabladecalorias.net/alimento