Tener una buena salud sexual depende del éxito de la interrelación de los distintos factores que influyen y es importante para el bienestar general, pues aporta muchos beneficios.
Las causas para no poder mantener un acto sexual normal y satisfactorio son complejas y variadas: físicas (dolor, ciertas enfermedades, ciertos tratamientos…), psicológicas y sociales. Los dos trastornos sexuales más frecuentes son:
El trastorno del deseo sexual o falta de interés en el sexo. Es un problema frecuente que afecta más a las mujeres: lo padecen el 33% de las mujeres entre 18 y 59 años y hasta el 45% durante la menopausia.
La disfunción eréctil o incapacidad para lograr y/o mantener la erección del pene. Afecta al 10% de los hombres, llegando hasta el 30% en los varones entre 40 y 70 años.