El cerebro es el coordinador de todas las funciones del organismo: Controla las funciones vitales, la información que recibe de los sentidos, los movimientos, la posición postural, las funciones cognitivas superiores y también las emociones y conductas.
El estrés es la tensión física y emocional que sentimos como respuesta a ciertos estímulos para protegernos o adaptarnos a una nueva situación. En el estrés patológico se supera esta capacidad adaptativa y se cae en un estado de excitación y angustia que impide el descanso. Hoy se sabe que el estrés puede afectar a las funciones cognitivas, por lo que un control y manejo adecuado del estrés mejorará, además, nuestra atención, aprendizaje, memoria…
Es normal estar nervioso de vez en cuando, pero cuando el nerviosismo empieza a interferir con nuestra vida es un problema más serio. La ansiedad es un trastorno mental que altera los hábitos y comportamientos y afecta a las relaciones interpersonales. Los síntomas pueden ser muy diferentes: taquicardias, mareos, temblores musculares, dificultad para respirar, angustia, miedo, falta de concentración, irritabilidad, tristeza, apatía…
El insomnio es un trastorno del sueño de múltiples causas, de distintos grados de severidad y de duración variable. Una de cada cinco personas en el mundo padece insomnio; en España, una de cada cuatro. Es más frecuente en los ancianos, en las mujeres y en las personas con enfermedades psiquiátricas. Las causas más frecuentes son: el estrés, las alteraciones ambientales, la toma de estimulantes, el abuso de fármacos y alcohol y ciertas enfermedades.